Los anillos son uno de los accesorios de joyería más antiguos y son un elemento de gran uso en la vida cotidiana. De hecho, su origen es poco conocido, y su trayectoria hasta nuestros días ha pasado desapercibida, pese a su enorme popularidad.

En esta ocasión, tenemos como objetivo hablaros de su historia, partiendo por su creación y significado a lo largo de la historia, y cómo ha evolucionado hasta ahora. Como podremos ver, la relación entre los anillos y el hombre es más estrecha de lo que imaginamos.

¡Sigue leyendo y entérate de todo lo que oculta esta joya tan preciada por todos!

¿Cuál es el origen del anillo?

Seguramente te sorprenda saber que el anillo ya poseía una gran relevancia desde la época prehistórica. De hecho, en estos tiempos primitivos se fabricaban con materiales muy rudimentarios, como madera, conchas, huesos o piedra.

Las tribus le atribuían un gran significado emocional, por lo que, más allá de usarse como símbolo de riqueza y poder, se utilizaba como un elemento que unificaba a los pueblos, e igualmente como una manera de identificarse entre ellos. En esencia, los anillos eran representaciones de sus creencias y pensamiento religioso.

Un buen ejemplo para entender su origen y también un poco su trascendencia, lo hallamos en Egipto, unos miles de años antes de Cristo. Aquí, el anillo era empleado en las ceremonias prenupciales como símbolos del compromiso adquirido.

Un dato interesante sobre su significado, es que, al ser de forma circular, el anillo siempre ha representado a la eternidad. Esto quiere decir que no posee ni principio ni final. Además, los dioses egipcios también eran representados y descritos portando un anillo con un círculo dorado, pues hacía alusión a que los pactos jamás podría romperse.

Si bien esta tradición se mantuvo en las siguientes épocas de gran dominación cultural, como en la época romana, se realizaba con algunas diferencias. Por ejemplo, el porte del anillo no estaba autorizado para las clases bajas.

Además, incluso dentro de las clases altas, cada nivel debía apegarse a un material distinto. En este sentido, los anillos de oro solo estaban permitidos para los sacerdotes y senadores, mientras que los anillos de hierro representaban prestigio en los ciudadanos de la aristocracia.

¿Cómo fue la creación del anillo?

Ahora que hemos hecho un breve recorrido por sus primeros y más destacados usos, veamos exactamente cómo fue su creación y de dónde provienen tal como los usamos actualmente.

Los primeros anillos datan de la Antigua Grecia, específicamente 1000 años antes de cristo. En aquel entonces, estos accesorios se llevaban como tiras de oro atados alrededor del dedo. Cientos de años después, este elemento mutó, añadiéndole piedras y adornos.

La intención de estos pequeños adornos agregados, era que el oro fuera lo menos llamativo de toda la pieza. Poco tiempo después, estos adornos le darían un valor mucho más alto a los anillos.

Además de contener un valor sentimental, tal como hemos mencionado antes, el anillo también tuvo un uso religioso, por lo que, adquirió un nuevo significado como talismán o amuleto. En este caso, los anillos tenían la capacidad de ayudar a sus portadores en algunas situaciones, al poseer atributos fantásticos.

Algunos de sus usos supersticiosos más frecuentes, era volver invisible a sus reyes, e incluso, profetizar un amor en inminente peligro cuando este se rompía. Como podemos ver, fue adquiriendo diferentes significados en cada cultura y según las creencias de cada periodo histórico.

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