El Valor de las joyas. Tesoros que se tocan, sienten y atesoran.
Y no hay nada que nos llene más de alegría que poder llevar esos recuerdos siempre con nosotros.
Pero no se trata solo de recuerdos en tu mente, sino de recuerdos que puedes tocar, admirar y conservar como si fueran tesoros invaluables.
En los últimos años hemos experimentado muchos cambios, y entre ellos, hay uno bastante destacable.
Ahora valoramos aún más los besos de nuestros padres en nuestro cumpleaños, los abrazos cálidos de nuestras amigas al completar ese máster que nos quitaba el sueño, las lágrimas de felicidad cuando nuestra pareja nos dice que quiere compartir su vida con nosotros, o la emoción desbordante de nuestros abuelos cuando conseguimos el trabajo de nuestros sueños.
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